- EL CINE SONORO
La mayoría de los teóricos que han abordado un estudio
semejante al que proponemos aquí, suelen destacar dos puntos de inflexión claros
en la evolución del sonido cinematográfico: la llegada del cine sonoro en 1927
con El cantor de Jazz, y la revolución del sonido Dolby multicanal, con el
formato Dolby Stereo, a partir de mediados de la década de 1970.
Hemos considerado también un tercer momento: la incorporación en la
práctica cinematográfica de los sistemas de grabación sobre soporte magnético a
principios de la década de 1950. Si bien para algunos el soporte magnético
resultó una revolución fallida o, en palabras del propio Belton, “congelada”,
sí que trajo consigo la introducción por primera vez de tecnologías como el
audio multicanal y los dispositivos de grabación portátil de cinta, que cristalizarían
en décadas posteriores. En nuestra opinión, eso otorga a este período la
suficiente trascendencia como para dedicarle un apartado individual.
Como consecuencia lógica de este razonamiento, nuestra
propuesta de segmentación histórica constará de cuatro momentos bien
diferenciados, que iremos desarrollando en futuras entradas del blog:
- De los orígenes del cine hasta la llegada del sonoro (1895-1927).
- La consolidación del sonido óptico y la adaptación de la industria del cine en las primeras décadas de películas con sonido sincronizado (1928-1951).
- El sonido magnético y los formatos de cine en pantalla ancha con sonido multicanal (1952-1970).
- La revolución del sonido Dolby, el diseño sonoro, y la digitalización de la banda sonora (desde 1971 hasta la actualidad).
Si nos fijamos en la atención que la historiografía
cinematográfica ha prestado a cada una de estas etapas ha sido y es muy
desigual y ello, evidentemente, se refleja en la extensión que aquí dedicaremos
a cada una. Comienzan a ser numerosos los libros y artículos que centran su
atención tanto sobre el sonido en el cine de los primeros tiempos (1895-1915),
como en la transición del período mudo al sonoro y la consolidación de éste
(1920:1940).
Con
la llegada del sonoro, la voz adquirió una importancia central en la estética
fílmica, al tiempo que trajo un nuevo inconveniente: la traducción de los
diálogos. Un problema que la industria cinematográfica trató de solucionar a
través de varias fórmulas: el rodaje de versiones múltiples de los filmes en
distintas lenguas, el subtitulado y, finalmente, el doblaje. El objetivo era
plantear un tipo de cine que lograra el equilibrio entre lo que demandaba el
mercado y la especificidad cultural de cada nación. En palabras de Laura
Mulvey, “un cine que trascendiera la
fragmentación de la cultura. Este cine integraría la voz dentro del espectáculo”.
Esta escena de Gladiator es una de mis escenas preferidas.
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